Aunque la pleuresía puede ser causa da por infecciones pulmonares comunes como la neumonía o la tuberculosis, la exposición al asbesto es muy probable que provoque también la inflamación de la pleura. Las fibras inhaladas permanece ránen los pulmones por un período de tiempo ilimitado, ya que el cuerpo humano no está diseñado para eliminarlas de forma natural, lo que puede ocasionar inflamación y cicatrización del tejido con el paso de los años. Es importante mencionar que los efectos de la exposición al asbesto aparecen solo dentro de los 20 a 50 años, por lo que ser regularmente evaluado por un especialista es vital si tiene un historial de exposición.
Los síntomas más comunesde la pleuresía son:
- falta de aliento
- tos
- dolor en el pecho que se intensifica cuando tose y cesa al contener la respiración
- respiración dificultosa
- dolor en el pecho a la palpación
- dolor en el cuello, hombros o abdomen
La naturaleza cancerígena de las fibras de asbesto puede irritar fácilmente la pleura, lo que causará gradualmente una inflamación severa. El derrame pleural, la acumulación de líquido entre las dos capas de la pleura, es otro signo frecuente de las enfermedades relacionadas con el asbesto. Ocurre frecuentemente con pleuritis como consecuencia de la inflamación. Sentir un dolor agudo en el pecho al inhalar y exhalar, que se intensifica con la tos, respirar profundamente o estornudar, es uno de los indicadores más claros de pleuritis.